Isabel Sánchez Jiménez tiene 65 años y vive en el número 14 de la calle San Juan de Arahal. Desde hace más de 6 meses, autores desconocidos se dedican a dar patadas a la puerta de su casa, estrellan huevos
y otro tipo de comida en la pared de la entrada o le echan basura,
además de insultarla. Ha llamado innumerables veces a la Policía Local
pero los autores lo hacen y salen corriendo por lo que no pueden hacer
nada.
Los ataques son casi a diario. El último fue el pasado
sábado, 16 de abril. En esta ocasión, además de patear de nuevo la
puerta, estrellaron sobre la entrada los restos de una hamburguesa y
patatas llenándolo todo de ketchup y mostaza.
Suponen que son jóvenes
que se divierten con estas gamberradas, pero solo lo hacen en el
domicilio de esta mujer.
Isabel Sánchez dice que está desesperada. “Llamo a la Policía Local
pero ya ni vienen, no puedo denunciarlos porque no los he visto”,
cuenta, pero los ataques son constantes. La misma vecina ha oído los
golpes que dan en la puerta, “a mi me asustan y no es en mi casa”,
asegura.
La mujer lleva 6 años viviendo en esta casa, “nunca me he metido con nadie, puedes preguntar de una punta a otra de la calle y verá que digo la verdad”, explica. Vive sola desde que se murió la madre y se echa a llorar cuando cuenta como son los ataques constantes, ya no sabe qué hacer.
Ha
tenido que pintar varias veces la puerta y reforzarla porque con los
golpes consiguieron arrancar los tornillos que sujetaban el cerrojo. Y
fregarla cada vez que le echan basura o comida. Si la tiene abierta, los
autores de los hechos entran en el zaguán y dan patadas al portón de
acceso al salón de la vivienda.
La situación empeora cuando se
acerca una fiesta. En Navidades o para Halloween estamparon contra la
pared huevos y distinto tipo de basura. Volvió a fregarlo, la puerta la
tiene llena de señales recién pintadas.
RAÚL GÓMEZ
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